
Y un día me acordé del recital de Madonna y de esos tipitos simpáticos que bailaban mientras la reina del pop cantaba y bailaba "Into the groove". Y los busqué. Y otro día fui y compré pintura blanca y tape el celeste horrible que había. Y los hice, los dibujé y me volvi idiota controlando mi pulso. Bendito seas Keith Haring.
0 comentarios:
Publicar un comentario